martes, 19 de octubre de 2010

LA VIRGINIANA Y LA IRANI

¿Quiénes somos nosotros para juzgar y tomar la ley por nuestra cuenta?

Somos iguales ante los ojos de Dios, el no conoce de egoísmos, de envidia, de orgullo y aunque nosotros cometemos todo esto, él, dueño de la VIDA el único que la puede dar o quitar no nos guzga por las faltas cometidas y en vez de ello nos ofrece su perdón. Está claro que esto solo tendría sentido para aquellas personas que practicamos una religión o somos consciente de que existe un ser omnipotente. Todos cometemos errores pues hace parte de nuestro crecimiento como seres humanos; pero esto no justifica que queramos pasar por encima de los demás decidir por ellos y sobre lo más preciado que un ser posee el derecho a la VIDA.
Totalmente en desacuerdo con cualquier tipo de muerte, debemos recibir ciertos castigos para aprender y corregir el mal hecho pero qué clase de castigo que decir que una mujer u hombre muera o a apedreada, inyectada, fusilada o en fin miles de maneras que el mismo ser humano a empleado; no tenemos ningún tipo de autoridad para decir sobre la vida de otro ser humano IGUAL que nosotros.

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